Con 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, el Congreso de Perú aprobó la destitución del presidente Martín Vizcarra por «incapacidad moral». Ello ocurrió tras concretarse el segundo juicio político en menos de dos meses. La solicitud aseguró que el Primer Mandatario peruano había recibido sobornos cuando era gobernador en 2014. Para aprobar la moción solo necesitaban 87 votos.
“Ha sido aprobada la resolución que declara la vacancia de la presidencia de la república». Dijo el jefe del Congreso, Manuel Merino, al finalizar la votación. Exactamente él será quien tome las riendas del país hasta completar el mandato actual, que finaliza el 28 de julio de 2021.
Merino dijo que la medida será notificada de inmediato a Vizcarra, un mandatario que tuvo niveles récord de popularidad en sus 32 meses de gobierno. El nuevo presidente peruano asumirá el mando el martes en una sesión plenaria del parlamento.
La sesión duró casi ocho horas y tras ella, Vizcarra declaró que dejaba el poder. «Con la frente en alto» y descartó entablar acciones legales para resistir la decisión del Congreso.
Congreso de Perú
“Salgo del palacio de gobierno como entré hace dos años y ocho meses: con la frente en alto», dijo Vizcarra, mientras detrás de él se apostaron sus ministros, en el patio de la casa de gobierno. “Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido», agregó Vizcarra.
Los motivos
Los parlamentarios de Perú acusaron a Vizcarra de recibir más de $630.000 en sobornos por otorgar la construcción de un proyecto de irrigación y de un hospital en la región de Moquegua. Ambos fueron licitados cuando era gobernador regional entre 2011 y 2014.
Los legisladores se apoyan de una investigación fiscal inconclusa en la cual gerentes de constructoras locales, que buscan purgar menos años de cárcel por sus delaciones, acusan a Vizcarra de recibir el dinero. Los aspirantes a colaboradores aún no presentan las pruebas concluyentes.
Tras la destitución, Merino se convertirá en el tercer presidente de Perú desde 2016, reflejo de la fragilidad institucional.