Andres Ojeda, abogado de la aerolínea Ícaro, denunció supuestas irregularidades en la liquidación de la empresa. Así, se refirió a los procesos de remate de bienes que no concuerdan con la lógica de embargo. Por ejemplo, explicó que vendieron en USD 300 mil un avión avaluado en USD 1,3 millones mientras existían ofertas superiores a los 600.000. “Se da un regalo de los bienes”, agregó Ojeda. Además, remataron en USD 8.000 una avioneta que estuvo avaluada en USD 30.000. “No nos sorprendería que en estas situaciones hayan intereses detrás”, criticó.
Por ello, los representantes de la empresa pidieron que se informe el nombre de las personas que compraron los bienes.
Entre otras irregularidades también resaltó una glosa por más de USD 20.000 que no se enmarcaría en la ley. “En 2011 el fallo determinó que las determinaciones tributarias no pueden ser cargadas con el 20% de la multa”.
Sobre los liquidadores
Para el jurista, Andrés Ojeda, también hubo irregularidades en ciertas situaciones como el proceso de la designación de liquidadores que recaería en la responsabilidad estatal. Así, alertó que, a la fecha, la Superintendencia de Compañías designó ya al sexto liquidador en 10 años de proceso.
Por este motivo, el abogado Ojeda alertó que “existe una falta de control y responsabilidad de la Superintendencia de Compañías y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)”.
Los representantes de la empresa ahora solicitan la firma del liquidador para que se dé el cierre del proceso y así ellos puedan acceder, de forma transparente, a la información. Para este efecto, cuentan con 50 días que son parte de los 60 días que les otorgó la justicia para que presenten la demanda ante el tribunal.
Por su parte, el abogado reiteró la alarma por un avión que lleva 10 años rematado y que durante ese tiempo se ha deteriorado. “Secuestraron por 10 años el proceso la administración pública”, aclaró.