El abogado de la estudiante del colegio Dillon que fue víctima de violación, Paúl Jiménez, relató que una vez que la víctima entró a la institución, dentro del mismo bus escolar donde fue abusada, recuperó la conciencia. “En ese momento la víctima pone en conocimiento de sus compañeros y autoridades que fue violada, pero las autoridades no la escuchan y llaman a sus familiares”, señaló.
Así, resaltó que se trató de ocultar el nombre del colegio y dejarlo como un caso aislado. La rectora del colegio Dillon mencionó “que llamen a la policía pero que no salga el nombre del colegio”. Además, enfatizó que la rectora alegó que no era competencia de las autoridades del colegio porque el hecho ocurrió fuera del perímetro de la institución.
Proceso
El jurista, resaltó que los familiares de la víctima acudieron a la Fiscalía el mismo día del abuso, a poner la denuncia, pero no les recibieron la misma. “Les dicen que como no existe un detenido no se puede considerar un delito flagrante”, mencionó. “Después de la valoración médica el fiscal da inicio al proceso”, dijo. Así, explicó que el caso ahora se encuentra en etapa de investigación previa.
“A mi consideración, sí debió iniciarse un proceso flagrante, porque la víctima identificó los nombres, número de cédula, celular y conocía donde vive el agresor”, enfatizó. Así, indicó que se pudo haber dado la búsqueda ininterrumpida del agresor. Además, mencionó que el agresor dejó el bus cuadras más abajo y se dio a la fuga.
Jiménez puntualizó que hasta hoy la víctima no ha recibido tratamiento psicológico. “Hemos tenido el compromiso del Viceministro de Educación de darle tratamiento psicológico, pero hasta ahora no lo han hecho”, criticó. Además, explicó que no se puede dar más detalles porque la información es reservada debido al proceso.
También, resaltó que gracias a los medios y a la exconcejala Carla Cevallos, el caso fue escuchado. “La exconcejala ha gestionado parte del movimiento”, dijo.
“Varios alumnos de otros colegios se han acercado a nosotros y han expresado que sufren agresiones sexuales visuales, los conductores les toman fotografías, les hacen piropos”, denunció. Así, mencionó que estos abusos no se escuchan porque los alumnos tienen miedo a levantar la voz. “Es necesario que existan cámaras de seguridad dentro de los buses escolares y también el acompañamiento de una persona de la institución”, enfatizó.