Todo el personal, eclesiástico o laico, desde los ceremonieros a los ascensoristas, que estará vinculado en la organización del cónclave para elegir al nuevo papa, prestó este lunes juramento para guardar absoluto secreto de todo lo que ocurra.
La Capilla Sixtina del Vaticano celebra desde mañana miércoles un cónclave en el que 133 cardenales, aislados del exterior, buscarán al sucesor del papa Francisco, marcando así la dirección de la Iglesia católica los próximos años.
Durante los días que dure la elección, los 133 cardenales electores deberán cumplir una rigurosa serie de normas dictadas por la Constitución Apostólica ‘Dominici Gregis universes’.
Entre ellas guardar absoluto secreto sobre lo que ocurra en las votaciones, de modo que, cualquiera que infrinja esta norma, se enfrenta a la pena máxima prevista por la Iglesia católica: la excomunión.
También se castiga cualquier intento de influir en la campaña electoral.
Las medidas afectarán al secretario del Colegio Cardenalicio, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y los Ceremonieros Pontificios, pero también médicos y enfermeras, ascensoristas del Palacio Apostólico, personal encargado de los servicios de comedor y limpieza o, incluso, el personal de floristería y los servicios técnicos, así como el coronel y un mayor de la Guardia Suiza Pontificia destinados a la vigilancia en las inmediaciones de la Capilla Sixtina.
Al jurar confidencialidad significa que no podrán revelar nunca, lo que ven o escuchan.
«Prometo y juro observar absoluto secreto con cualquiera que no forme parte del colegio de cardenales electores, y esto a perpetuidad a no ser que reciba permiso especial expresamente dado por el nuevo pontífice elegido o por sus sucesores, sobre todo lo que directa o indirectamente se refiere a la votación y al escrutinio para la elección del sumo pontífice», reza el juramento.
Los cardenales realizarán su juramento tras su entrada el 7 de mayo por la tarde en la Capilla Sixtina.
Una vez jure el último de los electores, el maestro de las celebraciones papales, Diego Ravelli, pronunciará las dos palabras que abrirán oficialmente el cónclave: «Extra omnes”, es decir, todos fuera, cerrando con llave la puerta del lugar.
El Cónclave será presidido por el cardenal Pietro Parolin, en ausencia del decano, el cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años.
Cronograma del cónclave: de la misa previa a la bendición ‘Urbi et Orbi’ del nuevo papa
El inicio del cónclave para elegir al nuevo papa se desarrolla bajo un estricto protocolo litúrgico y ceremonial, que comienza con la misa «Pro eligendo Pontifice» y continúa con las votaciones diarias en la Capilla Sixtina, marcadas por las tradicionales «fumatas» como señal, o no, de consenso.
Este será el cónclave más concurrido y heterogéneo de la historia, con 133 electores llegados de los más insospechados rincones del planeta, fruto de los intentos de Francisco por ‘descentralizar» la Iglesia y restar su tradicional tracción europea.
Los purpurados con derecho a voto, es decir, menores de 80 años, ascendían en realidad a 135, pero dos de ellos han renunciado a viajar a Roma por motivos de salud: el español Antonio Cañizares y el keniano John Njue.
Todo el proceso deberá transcurrir con el mayor secretismo, entre una enorme atención mediática, y cada uno de los purpurados jurarán, so pena de excomunión, no revelar nada de lo que ocurra bajo las bóvedas y los frescos de la Capilla Sixtina.
Primer día del cónclave:
– A las 10.00 (08.00 GMT), se celebra en la basílica de San Pedro la misa «Pro eligendo Pontifice», presidida por el decano del Colegio Cardenalicio.
– Por la tarde, los cardenales electores son trasladados desde la residencia de Santa Marta al Palacio Apostólico.
– A las 16.15 (14.15 GMT) los cardenales se reúnen en la Capilla Paulina.
– A las 16.30 (14:30 GMT) empieza la procesión de cardenales desde la Capilla Paulina a la Capilla Sixtina.
– Juramento de todos los cardenales que participan en el cónclave.
– «Extra omes» (Todos fuera) y cierre de puertas
– Primera votación
– Fumata
Días siguientes:
– Sobre las 7.30 (05.30 GMT) los cardenales concelebran una misa.
– A las 9.00 (07.00 GMT) los cardenales rezan el «laudes» dentro de la Capilla Sixtina.
– Primera ronda de votaciones. 2 escrutinios.
– Alrededor de las 12.00 (10.00 GMT) se libera la primera fumata del día.
– A las 16.00 (14.00 GMT) comienza la segunda sesión con dos nuevas votaciones.
– La segunda fumata del día se espera hacia las 19:00 (17:00 GMT), después de las votaciones de la tarde, seguida por el rezo de las Vísperas y el regreso a Santa Marta.
– La Constitución vaticana establece que después de tres días de escrutinios, 12 votaciones, los cardenales realizarán una pausa de un día en el cónclave. Desde el momento de la pausa en adelante, el cónclave alternará ciclos de siete votaciones y recesos hasta elegir al nuevo papa.
– Si este cónclave se alarga, la pausa previsiblemente sería el próximo domingo, después de trece votaciones infructuosas (la de la tarde del miércoles y las cuatro del jueves, viernes y sábado).
Una vez elegido el papa:
– La fumata blanca anuncia al mundo que hay nuevo pontífice.
– Repique de las seis campanas de la basílica de San Pedro.
– El papa electo se dirige a la sacristía o a la llamada «sala de las lágrimas», donde se viste con los hábitos papales.
– «Habemus papam» en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro.
– El nuevo papa se presenta por primera vez ante los fieles y concede la bendición «Urbi et Orbi», una bendición especial que solo los pontífices pueden impartir y que se reserva al día de su elección, el domingo de Resurrección y a la fiesta de Navidad.
Fuentes: EFE, Vatican News