Por: Héctor Calderón
La gran noticia de las últimas horas, desde la visión del gobierno nacional, es la entrega de garantías soberanas a varios gobiernos autónomos descentralizados para que puedan recibir créditos que les permita ejecutar las obras planificadas.
Pero, ahora bien, ¿qué es una garantía soberana? Según el artículo 146 del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, “El Estado Central a nombre de la República del Ecuador podrá otorgar garantía soberana a favor de entidades y organismos del sector público, que contraigan deuda pública para el financiamiento de proyectos y programas de inversión en infraestructura (…). La garantía del Estado, únicamente podrá autorizarse, cuando la entidad u organismo del sector público, inclusive las empresas del Estado, sus subsidiarias o filiales, evidencien que cuentan con capacidad de pago de la deuda respectiva (…)”
Es decir, lo único que hace el Gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas es garantizar que el GAD que adquiere la deuda tenga las capacidades de pagar la misma. Por lo tanto, quien planifica, quien presenta el proyecto a los multilaterales, quien asume la deuda, quien genera empleo, quien ejecuta la obra es la autoridad local, no el Presidente. En las últimas semanas hemos visto como el Gobierno ha usado a las garantías soberanas casi que como una mega obra.
El aparataje comunicacional de Carondelet quiere hacernos creer que quien está haciendo las obras es el Gobierno; cuando la realidad es que, inclusive, estas garantías demoraron en llegar y que, de no ser por la presión de varias prefecturas y alcaldías, capaz ni eso se hacía.
Ya lo hemos dicho varias veces, este es el Gobierno del marketing. A toda costa tratan de crear la imagen de un presidente que resuelve, pero lo hacen en base a mentiras y realidades paralelas: Llegada cinematográfica a Durán, con tanques, militares y armamento para que al siguiente día vuelvan los crímenes. Exposición de una niña que fue madre a los 10 años y cuyo caso es romantizado por la esposa de Noboa con la intención de mostrarse generosa y caritativa. Hablar de generación de empleo y trabajo en el territorio cuando lo único que han hecho es otorgar la garantía soberana, cuyo trámite, además, está determinado en la ley.
Noboa y su gobierno no dejan de mentir. Ya no son suficientes los “trends” en redes sociales, ahora también hay que beneficiarse de la gestión de otros.
Del TikTok a las garantías soberanas.
La opinión de Héctor Calderón