Ecuador cuenta con dos nuevos Geoparques Mundiales reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en torno a los volcanes Tungurahua y Sumaco, cuyos certificados fueron entregados en una ceremonia en la sede de la Cancillería.
Con las dos nuevas designaciones del Geoparque Volcán Tungurahua y el Geoparque Napo Sumaco, el país suma tres Geoparques Mundiales de la Unesco tras haber recibido anteriormente esta catalogación para la también volcánica provincia de Imbabura.
La Cancillería destacó el reconocimiento, anunciado por la Unesco a mediados de abril, y que resalta la riqueza geológica, natural y cultural de Ecuador.
El Canciller subrogante, Alejandro Dávalos, durante su intervención destacó que «la declaratoria de los Geoparques Volcán Tungurahua y Napo Sumaco como Geoparques Mundiales de la Unesco, llena de orgullo a todo el Ecuador, constituye un reconocimiento internacional a los valores del patrimonio geológico de estas zonas, en los que interactúan las poblaciones que los habitan con la biodiversidad, generando una cultura de desarrollo sostenible digna de emular».
Ambos territorios fueron reconocidos por su biodiversidad, su patrimonio geológico y el trabajo conjunto entre comunidades, autoridades y academia para impulsar un modelo de desarrollo sustentable.
En el Geoparque Napo Sumaco, las comunidades kichwas resguardan sitios geológicos clave y aplican principios como la minga y la turkana para el cuidado colectivo del territorio que alberga más de seis mil especies vegetales y una gran variedad de animales raros.
En el caso del Tungurahua, el geoparque comprende cinco municipios de los Andes centrales donde se conjugan la historia volcánica, la resiliencia de ciudades como Baños de Agua Santa y la cultura viva de pueblos indígenas como los Salasaca y Puruhá.
Los Geoparques Mundiales de la Unesco son áreas geográficas únicas y unificadas en las que se gestionan sitios y paisajes de importancia geológica internacional, a través de un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sostenible.
Su enfoque combina conservación y desarrollo, al tiempo que involucra activamente a las comunidades locales.
Las cuatro características fundamentales que un sitio debe contar para aspirar a la designación de Geoparques Mundiales son: un patrimonio geológico de valor internacional; desarrollar mecanismos de gestión sustentable de los recursos con activa participación de la comunidad; visibilidad y promoción del desarrollo económico local sostenible; y, sistemas de cooperación, no solo en el ámbito local, sino con diversas regiones y socios nacionales.
En la actualidad existen 213 Geoparques Mundiales distribuidos en 48 países.