Si para 2022 la aceptación del presidente Guillermo Lasso es superior a la actual, el salario básico unificado (SBU) no incrementará en $25, analizó el exdirector del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Byron Villacís.
En esa línea también concordó el expresidente de la Cámara de Comercio de Quito, Patricio Alarcón, quien acotó que el alza no es una medida técnica, sino que, por el contrario, tiene connotaciones políticas. Así, dijo no estar de acuerdo con tal incremento.
Para Alarcón, este aumento provocará que las empresas deban automatizarse y no puedan cumplir con su personal. Así, criticó que, tras las bajas cifras de aceptación, la misión del Ejecutivo fue cumplir con una propuesta para las bases. Sin embargo, alertó que el incremento en el SBU solo beneficia a 310.000 empleados privados y a 10.000 trabajadores públicos. “El país se está manejando muy mal”.
En ello coincidió el presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, Jaime Arciniega, quien critico que en el Ecuador no existe una planificación, sino que “se vive de una coyuntura” que responde a lo político. Además, lamentó que aún no existan pronunciamientos sobre las principales preocupaciones de la población como la seguridad o la educación.
Otras medidas
Según Villacís, previo a la decisión del incremento salarial, el gobierno debió analizar el costo de la canasta básica. Por ello, dijo que el incremento del salario es una parte de serie de políticas para mejorar la dinámica de consumo. Así, señaló que, por ejemplo, cuando una empresa tiene mayor productividad, es natural que el trabajador tenga que recibir un beneficio mayor en su salario.
Sobre el proyecto de ley de reforma laboral, Alarcón señaló que debe elaborarse con la ayuda del sector trabajador.
De su lado, Arciniega criticó que la última reforma tributaria afecta la capacidad adquisitiva y el nivel de ingresos de los ecuatorianos.