Este 8 de marzo, el mundo vivió el primer Día Internacional de la Mujer en medio de la pandemia por Covid-19. La pérdida de empleos a escala mundial produjo que tanto hombres como mujeres percibieran menos ingresos. Sin embargo, son ellas las más perjudicadas, pues reciben un 15% menos de lo que perciben los hombres.
Mientras los hombres reciben USD 309,90 en promedio mensualmente, las mujeres solo alcanzan el USD 262,60. Este ejemplo pone en evidencia que la equidad entre géneros aún no logra establecerse en la sociedad mundial, en general, y en la ecuatoriana, en particular.
De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que recoge datos de diciembre de 2020, se observa que tan solo 2 de cada 10 mujeres, que fueron parte de la fuerza
laboral, tuvieron un empleo adecuado. Los indicadores ponen en evidencia la desventaja de las mujeres en distintos aspectos. La brecha de
género en el desempleo sigue siendo marcada, con una tasa de 6,7% para las mujeres, casi el doble del 3,7% en los hombres.
Por ello, la Cámara de Industrias y Producción (CIP) hizo un llamado a combatir la violencia contra la mujer y eliminar las brechas de género para cambiar esta realidad. Carla Muirragui, vicepresidenta ejecutiva de la CIP, manifestó que el reto ahora es que haya el compromiso desde las altas esferas de las organizaciones y del Estado, para concretar políticas y acciones que logren cambios permanentes.
Las cifras mundiales
A escala mundial, el problema no es diferente. Las mujeres realizan el 66% del trabajo del mundo y producen el 50% de los alimentos, pero solo ganan sólo el 10% de los ingresos y poseen el 1% en propiedad a nivel mundial.
De acuerdo a The Globalist, en la mayoría de los países, las mujeres trabajan más horas y se les paga menos. El 75% de las personas que viven en extrema pobreza son mujeres y niñas.
Los países con mayor productividad económica son los tienen menor diferencia de género. Investigaciones demuestran que cuando una mujer es capaz de contribuir a los ingresos de su familia, al menos el 80% de su contribución va hacia la creación de un futuro mejor para sí misma, sus hijos y su comunidad.
Los datos históricos
El 3 de mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago, se organizó un acto denominado «Día de la Mujer». Allí estuvieron destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt. Para el 28 de febrero de 1909 se celebró por primera vez en Nueva York, Estados Unidos, el Día Nacional de la Mujer. Lo organizaron las Socialistas tras una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos en honor a la huelga de las trabajadores textiles de 1908. En ese entonces protestaron por las penosas condiciones de trabajo (Chicago y Nueva York).
Unas 15.000 mujeres marcharon por la ciudad de Nueva York. Ellas pedían una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derechos de voto.
En noviembre de 1909, comenzó la huelga de las camiseras de Nueva York, también conocida como el «Levantamiento de las 20.000». Lo dirigió Clara Lemlich y lo apoyó la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres Estados Unidos.
En 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres. Además, adhirieron a la propuesta de Clara Zetkin para proclamar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. De manera unánime, 100 mujeres de 17 países apoyaron la moción.
Un año después, el 25 de marzo de 1911, 123 jóvenes trabajadoras y 23 trabajadores, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York. No pudieron salir del edificio. Sus jefes habían sido encerradas sin posibilidad de escapar. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.