Un 12 de junio de 2019, la Corte Constitucional aprobó el matrimonio igualitario en Ecuador. La decisión rompió la tradición de la Carta Magna, que dictaba que el matrimonio solo era posible entre hombre y mujer.
La decisión contó con el apoyo de 5 jueces de un total de 9 de la Corte. Los cuatro jueces que no estuvieron de acuerdo aseguraron que eran necesarias reformas constitucionales, mediante mecanismos contemplados en la Ley y a través de la Asamblea Nacional.
Christian Paula, abogado de la Fundación Pakta manifestó, en ese momento: «implica que el Ecuador es más igualitario, es más justo que ayer; que se reconoce que los derechos humanos deben caber para todas las personas sin discriminación».
Ecuador es el país número 30 en el mundo en aprobar el matrimonio igualitario, y quinto en América Latina.
El proceso
Este logro empezó un 5 de agosto de 2013, cuando Pamela Troya y Gabriela Correa solicitaron un turno en el Registro Civil de San Blas en Quito, para casarse. Esta institución les negó la solicitud alegando que, según la Constitución y el Código Civil, el matrimonio solo era posible entre un hombre y una mujer.
En 2018, la Federación Ecuatoriana de Organizaciones GLBTI exhortó al expresidente Lenin Moreno reconocer el matrimonio igualitario en el país, según la opinión consultiva de la CIDH. No hubo mayor apertura.
A partir de 2018, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio designó a los nueves jueces que analizaron el tema. Un año después, este derecho se hizo realidad en Ecuador.