De acuerdo con el último informe del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (Inocar), para este lunes 30 de diciembre se prevé que la condición del oleaje pase a moderada y con ello, se espera que las olas tengan una altura máxima de 1.80 metros.

Por ello, se recomendó a la ciudadanía a tomar precauciones hasta el 31 de diciembre al realizar actividades en el mar.
Esto, luego de un fin de semana intenso en la región costera del país que causó la muerte de dos personas y otras 131 resultaron afectadas como consecuencia del fuerte oleaje.
El titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), Jorge Carrillo, confirmó este domingo 29 de diciembre, en conferencia de prensa que, desde el pasado viernes 28, se han registrado once eventos relacionados con el fuerte oleaje que ha puesto en peligro a poblaciones costeras.
Carrillo detalló que las provincias de El Oro (fronteriza con Perú) y la de Manabí fueron las más afectadas por el fenómeno marítimo, que también ha azotó playas en las de Santa Elena y Esmeraldas (fronteriza con Colombia).
Confirmó además que las dos personas fallecidas pertenecían a la provincia de Manabí, y que el oleaje afectó directamente a 38 familias.
También indicó que 38 viviendas resultaron afectadas, 2 destruidas, 14 bienes públicos con daños menores y 5 destruidos, incluido 1 tramo del puerto pesquero en la zona de Jaramijó (Manabí).
Según el Inocar, encargado de vigilar las condiciones del mar ecuatoriano, este tipo de fenómenos es conocido como ‘Mar de fondo’ y suele ocurrir entre mayo y enero de cada año.
El evento se caracteriza por «la presencia de olas de largo periodo y continuas, generadas por tormentas lejanas a lo largo del océano Pacífico hasta alcanzar nuestra costa», según el Inocar.
El fenómeno se ha presentado en zonas costeras de Chile, Perú y Ecuador.