El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional mantiene monitoreada la actividad del volcán Guagua Pichincha, que ha pasado de baja a baja ascendente.
Según los expertos del centro de monitoreo del IG, se han evidenciado varias novedades en el volcán en los últimos dos meses, por lo que consideran estos cambios como una “anomalía”.

Los expertos aseguran que el Guagua Pichincha ha tenido hasta 60 sismos por día, algunos de 4 grados en escala de Richter.
Por ese motivo los técnicos volvieron a bajar al cráter el pasado 15 de mayo, después de 5 años de no hacerlo.

Los técnicos ingresaron al cráter en horas de la madrugada y llegaron hasta el fondo alrededor de las 10 de la mañana para realizar las actividades de vigilancia.
Durante su permanencia en el interior del cráter recolectaron muestras de gas mediante diferentes técnicas de muestreo directo.
Adicionalmente, realizaron mediciones de temperatura mediante el uso de termocuplas y cámara térmica.
El IG detalló en su sitio web que las muestras de gas recolectadas serán analizadas en laboratorios de los colaboradores del IG-EPN en Europa y los datos instrumentales están siendo procesados por los técnicos para tratar de entender lo que sucede al interior del volcán.
El Instituto Geofísico recordó a la población que el acceso para actividades recreativas al interior del cráter se encuentra restringido, debido a los múltiples peligros que supone el ingreso de personas al cráter de un volcán catalogado como activo, tal como lo describe la señalética colocada en la entrada del Refugio.

Recientemente, se cumplieron 30 años del terrible suceso en el que dos vulcanólogos del Instituto Geofísico perdieron la vida en éste mismo volcán, debido a una explosión freática ocurrida la mañana del 12 de marzo de 1993.

El volcán Guagua Pichincha se encuentra ubicado a 12 km al oeste de la ciudad de Quito, en la Cordillera Occidental de los Andes Ecuatorianos.
Consiste de un domo, denominado Cristal, ubicado dentro de escarpe de deslizamiento que tiene forma de herradura abierta hacia el occidente. Otros centros eruptivos más antiguos y mucho más voluminosos como Toaza, Guagua Basal y Rucu se encuentran al oriente del centro volcánico activo cuyas fumarolas suelen ser muy notables.
Está formado en su mayoría por rocas de composición dacítica. Varias de las erupciones de los últimos diez mil años fueron muy explosivas y provocaron caídas de cenizas, flujos piroclásticos, así como a domos de lava que posteriormente colapsaron.
Durante la época prehistórica las erupciones de mayor magnitud fueron las ocurridas hace 3700 y hace 1000 años. La erupción histórica del año 1660 fue también muy importante, aunque de menor magnitud que las precedentes.
En todos los eventos hubo caídas de ceniza importantes en la ciudad de Quito, así como flujos piroclásticos, colapsos de domos y generación de lahares secundarios en varios sectores del volcán, según precisó el IG.