Tras la censura y destitución del excontralor subrogante Pablo Celi en la Asamblea Nacional, el legislador por Unión por la Esperanza (UNES), Fausto Jarrín arremetió en contra del presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio. Al respecto, explicó que “Villavicencio no está capacitado para ser el presidente de la Comisión de Fiscalización. Es un hombre que actúa por el odio, venganza, (tiene) cero imparcialidad”.
Incluso señaló que, si bien Villavicencio culpó a la secretaria de la Comisión de no haber solicitado la prórroga de los plazos en el tiempo señalado, Villavicencio tiene corresponsabilidad. “Demostró que ni siquiera es capaz de cumplir los plazos que están en la ley”, agregó. Por ello, consideró que debería ser separado del a Comisión de Fiscalización.
El saneamiento en la Contraloría General del Estado
El legislador por UNES, Fauto Jarrín, comparó el trabajo de la Corte Constitucional (CC) con la de la Contraloría General del Estado (CGE). Así, explicó que el país pudo sobrellevar la vacancia constitucional de la CC por 9 meses en 2018.
Con el antecedente, señaló que puede darse una pausa al trabajo de la CGE por un período de dos o tres meses. Los motivos, dijo, consisten en realizar una auditoría interna, integral y profesional de todo lo actuado durante el periodo que dirigió Pablo Celi. Además, propuso que no se vuelva a retomar el trabajo de la CGE hasta que no se dé el concurso de méritos y oposición, que lleva adelante el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Una vez posesionado el nuevo Contralor, la institución podría volver a sus funciones.
El legislador reconoció a Celi como “desde niño fue un hombre preparado y buen orador. Fue un hombre inteligente siempre pero no fue nunca la cabeza de nada y cuando lo logró, a la fuerza, sacó sus más bajas pasiones. Resultó apropiado para las oscuras intenciones de Gustavo Larrea, Alfredo Castillo, los cercanos a (Lenín) Moreno”.