Por Pablo Araujo* Ph.D. en Biotecnología y profesor universitario
El Gobierno que será encabezado por el Sr. Guillermo Lasso y el Dr. Alfredo Borrero tendrá que enfrentarse a las dificultades con decisión. Y una de las competencias transversales que debería conducir su diario accionar es lo conocido como liderazgo.
El liderazgo no es algo que se restringe al trabajo o la dirección de organizaciones, sino que se da en el día a día y en las actividades ordinarias de las personas. De acuerdo con Chris Lowney de J.P. Morgan, cuatro son los pilares sobre los que se asienta un liderazgo efectivo: el ingenio, el amor, el heroísmo y el conocimiento de sí mismo.
Autoridades electas, discurran con prontitud que hay ecuatorianas y ecuatorianos de valía, personas competentes y pulcras, que en su vida hayan demostrado ser honestas y valientes. Características no únicas, pero si deseables junto con una sólida preparación académica, que los hace dignos de un ministerio o dirección. Busquen liderazgos en las nuevas generaciones.
Señor presidente electo, dé pasos firmes para acabar con la corrupción. Busque, encuentre y designe funcionarios públicos que den la cara y se jueguen por el país. Personas que miren al espacio público como la mejor oportunidad de servicio para y con los demás y no personas que buscan servirse del cargo que ostentan para beneficio propio y de sus círculos.
En los momentos más críticos de la pandemia por la covid-19, empiece terminando con el enchufismo, elimine las listas Gold y VIP de vacunación, no más funcionarios que toman decisiones 4×4, 4 personas encerradas en 4 paredes, que no miran más allá de su propio peculio y actúan por corazonadas o servilismo al poder político de turno.
Asuman ustedes una buena estrategia de la administración pública. Ejerzan el poder que el pueblo le dio en las urnas, pensando en toda la sociedad ecuatoriana. Aléjense de las recetas y elaboren planes de gobierno contextualizados a nuestra realidad que vayan mas allá de su período.
Escuchen y acepten criterios diferentes a los suyos, no crean que la verdad la tienen ustedes o los grupos que les rodean, no se vuelvan adictos al poder, vuélvanse tolerantes a la crítica, escúchela.
Es momento de confiar en el país, día a día forjemos juntos el desarrollo económico, político y social, que se merecen nuestros hijos.