‘Cueva profunda y cortante’ es el significado de uno de los más recientes atractivos turísticos de Baños de Agua Santa, provincia del Tungurahua. Se trata de las ‘Cavernas de Sigsihuayco’ que se ubican en el centro de la ciudad; estudios geológicos estiman que este espacio se formó con material volcánico hace 5.000 años.
La experiencia en el lugar dura 30 minutos, a través de 400 metros de recorrido. El trayecto finaliza con la visita al río Pastaza, donde un sendero rústico conecta con el Cerro Hermoso.
En julio de 2021, el sitio abrió sus puertas al público. Quienes lo visiten podrán vivir una experiencia sonora y lumínica auténtica. La puesta en escena de este rústico espacio estuvo a cargo de Bruno Sánchez Thiel, productor musical ecuatoriano; Ronald Sánchez, productor y compositor musical peruano e Isabel Páez, artista lumínica.
A criterio de los productores musicales, el ambiente sonoro de las ‘Cavernas de Sigsihuayco’ se compone de dos momentos: la fase rupestre o arcaica y la fusión hacia lo contemporáneo.
Primer momento
Ronald se especializa en ‘Folclore cósmico’ o ‘Folclore ambiental’, que proviene de la música cósmica, específicamente de la corriente alemana ‘Kosmische Musik’.
Para elaborar la primera fase de las cavernas, Ronald usó objetos de piedra como xilófonos arcaicos; para la percusión utilizó caparazones de tortugas, piedras tocadas bajo agua, caracoles, pututos, conchas, chachas. Todo esto con el fin de que “sonoramente de la impresión de estar en la cueva; intervinieron instrumentos prehispánicos como la quenilla, quena de hueso, que es un instrumento que enlaza lo prehistórico con lo prehispánico” explica Ronald.
Segundo momento
Bruno se especializa en jazz, describe esta etapa sonora de la cueva como “una calma meditativa de un lugar que ha sido devastado por la lava y que volverá a nacer”.
En la composición de la segunda fase, Bruno utilizó un Duduk, que es una flauta de madera de lengüeta doble, tradicional de Armenia, y que está relacionada con la meditación. El segundo momento es la parte musical más fuerte del soundtrack y está compuesta con tambores.
“En la cuarta canción, ‘El Altar’, ya existe una dotación inteligente de los primeros hombres”, explica Bruno.
La salida, el momento final de la cueva se compuso “con un tipo de canto gregoriano, clásico coral que da una sensación lumínica”, según plantea Bruno.
Sonoridad de la cueva
Este esfuerzo sonoro se condensa en el soundtrack ‘Sonidos de Sigsihuayco’, una canción de 15 minutos, disponible en Spotify, que está dividida en seis momentos: ‘Sigsihuayco’, ‘Fósil’, ‘Fisura’, ‘El Altar’, ‘La Aldea’, ‘Causar’.
A juicio de Ronald, “es un soundtrack, cuyo objetivo es abordar de otra forma la sonoridad, que ahora no depende de un espacio de entretenimiento, sino del imaginario de un hecho prehistórico o una evolución en el mundo, con base en poblaciones que han encontrado una cueva”. Bruno, finalmente, destaca: “la música le pertenece a la cueva y no existe sin ella”.
Escucha el soundtrack completo de ‘Sonidos de Sigsihuayco’ aquí: