El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este fin de semana que aspira que las negociaciones con la oposición empiecen en agosto, en México y que participen varios gobiernos, entre ellos, el de Estados Unidos.
«Ya hemos pre hablado (de) una agenda compleja y nos hemos puesto de acuerdo en las bases (…) Aspiro que en el mes de agosto, temprano, poder instalar en México, con la ayuda del Gobierno de Noruega, y posiblemente la participación de gobiernos del mundo (…) entre ellos EE.UU”, señaló en un entrevista con Telesur.
También señaló como uno de sus objetivos que la oposición renuncie «por escrito y de palabra viva» a la «violencia, al llamado al intervencionismo, a las guarimbas (barricadas en las calles), al intento de magnicidio».
Uno de los pedidos del gobierno venezolano será el levantamiento de las todas las sanciones contra ese país.
En la entrevista precisó que en caso de que no se logre el levantamiento de las sanciones económicas y financieras por parte de Estados Unidos, Venezuela tendrá que adquirir la capacidad para exportar sus productos a otros pueblos.
Maduro apuntó que «las oposiciones» han decidido participar en las elecciones regionales y locales que se celebrarán en noviembre próximo y lo calificó como «una señal muy poderosa».
«La postulación a alcaldías, gobernaciones de todos sus líderes locales, regionales, de algunos líderes nacionales, es una señal muy poderosa de que lo estamos logrando», sostuvo.
En mayo pasado, el líder opositor Juan Guaidó anunció su disposición a negociar con el Gobierno de Maduro para alcanzar un «acuerdo de salvación nacional» con el fin de superar la crisis que vive Venezuela.
El opositor aspira a conseguir elecciones generales «libres» y «justas» y, a la propuesta, Maduro respondió diciendo que está listo para reunirse con «toda la oposición», pero exige que se levanten las sanciones internacionales antes de sentarse a dialogar.