Por: Wilson Benavides Vásquez, analista político
“Pasa cafés” es el término que, hace pocos días, utilizó la subcoordinadora del movimiento Pachakutik y candidata a dirigir esa organización, Cecilia Velasque, para referirse a un puesto burocrático que los asambleístas de esa bancada no deberían aceptar en una posible negociación con el gobierno a cambio de modificar su votación en el juicio político contra el Presidente, Guillermo Lasso, y enfatizó que el régimen -por lo menos- tendría que entregarles un Ministerio completo.
El audio de esta declaración que fue difundida por La Posta, corresponde a una reunión interna de ese bloque parlamentario en la Asamblea Nacional a la que Velasque asistió para debatir algunas “directrices políticas”, pero que al hacerse público su protagonista dijo que habló en “sentido figurado”.
Si es así o no, lo cierto es que varios legisladores y autoridades locales recientemente electas de esta tienda política se han caracterizado por expresarse “figurativamente”. Así, por ejemplo, la asambleísta Rosa Cerda aconsejaba a sus coidearios que “si roban, roben bien” sin dejarse descubrir por los organismos de control.
Lo mismo sucedió con la legisladora, Gissella Molina, quien dijo en Teleamazonas que lo importante es que “la conozcan a nivel nacional” así sea por la denuncia de presunto chantaje a cambio de su voto que en la época le interpuso por el propio presidente Lasso, con quien ahora visita su provincia de Cotopaxi.
Como si fuera poco, Julio Guerrero, alcalde electo de Pindal (Loja) por Pachakutik, señaló que la ley permite a los burgomaestres tomar para su bolsillo un porcentaje del costo de una obra, lo que causó revuelo en la opinión pública local y nacional.
Las declaraciones de estos “connotados” dirigentes y dignatarios de elección popular del movimiento del arcoíris reflejan una lógica política que al parecer está en los cimientos de nuestra democracia, la cual desde la cosmovisión indígena se expresa en el principio de reciprocidad del “randi-randi”, que en el mundo blanco-mestizo se traduciría en: “doy para que me des”, o “hago para que hagas”.
Quizá por eso ya no sorprende lo que actualmente está pasando con esa bancada en el contexto del juicio político al primer mandatario. El coordinador de la bancada, Mario Ruiz, y el asambleísta, Ricardo Vanegas, justificaron las declaraciones de Velasque, mientras que la CONAIE solicitó su expulsión, ya que eso viabilizaría al candidato de ese movimiento para la coordinación de Pachakutik, Guillermo Churuchumbi.
En el plano de la realidad concreta, varios otrora “pasa cafés” hoy ocupan escaños en la Asamblea, uno que otro ministerio, alcaldía, concejalía o prefectura. Sin embargo, pensar que una carrera política pueda iniciar, sostenerse y proyectarse a través de pasar cafés es inconcebible, pero real. Casos, muchísimos. ¿Conocen alguno?
La opinión de Wilson Benavides.