Un informe dado a conocer por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertó que el Desarrollo Humano está experimentando una desaceleración sin precedentes y mostró cómo la Inteligencia Artificial (IA) podría reavivarlo.
El texto sobre Desarrollo Humano de 2025, titulado «Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de Inteligencia Artificial” – analizó los avances de desarrollo a partir de un abanico de indicadores conocidos como el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que integra logros en los ámbitos educativo y de la salud junto con niveles de ingresos.
Según el informe, excepto por los años de crisis 2020 y 2021, el aumento del índice de Desarrollo Humano es el más bajo desde 1990.
Las proyecciones para 2024 mostraron un estancamiento del IDH en todas las regiones del planeta.
El informe puso de manifiesto que las desigualdades entre los países ricos y pobres siguen aumentando.
“Las vías tradicionales de desarrollo se ven sometidas a fuertes presiones a nivel global, y ello hace necesario llevar a cabo acciones decididas que alejen al mundo de un prolongado período de estancamiento del progreso”, especificó el documento.
El informe detalló que por cuarto año consecutivo se observa un aumento continuado de la desigualdad entre los países con un IDH bajo y los de IDH muy alto, lo que invierte una tendencia de muchos años que mostraba una reducción en las desigualdades entre los países ricos y pobres.
Papel de la IA
El informe contiene los resultados de una nueva encuesta que indica que la ciudadanía tiene expectativas realistas y que, al mismo tiempo, se muestra esperanzada respecto a los cambios que puede traer la IA.
La mitad de las personas encuestadas en todo el mundo piensa que sus empleos pueden automatizarse.
Una proporción aún mayor —seis de cada diez— cree que la IA tendrá un impacto positivo en su trabajo y que creará oportunidades laborales que quizás ni siquiera existen en estos momentos.
Solo el 13 por ciento de los encuestados teme que la IA pueda destruir empleos.
Por el contrario, en los países con un valor de IDH bajo y medio, el 70 por ciento espera que la IA aumente su productividad, y dos terceras partes creen que utilizarán la IA en la educación, la salud, o el trabajo durante el próximo año.
El informe hizo un llamado a utilizar la IA con un enfoque centrado en las personas, algo que puede llegar a reconfigurar fundamentalmente los enfoques de desarrollo.
Los resultados de la encuesta indicaron que la ciudadanía mundial está lista para esta clase de ‘reinicio’.
Al respecto el informe señaló tres áreas críticas para la acción:
- Construir una economía en la que las personas y la IA colaboren en lugar de competir
- Integrar la capacidad de actuación humana en todo el ciclo vital de la IA, desde el diseño hasta su aplicación
- Modernizar los sistemas educativos y de salud para que respondan a las necesidades del siglo XXI.
Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD coincidió en que con las políticas adecuadas y el foco en las personas, la IA encierra el potencial de servir de puente hacia nuevos conocimientos, habilidades e ideas capaces de empoderar a todos, desde agricultores hasta pequeños empresarios.
«Las decisiones que tomemos en los próximos años definirán el legado de esta transición tecnológica para el desarrollo humano”, dijo.
El PNUD es el principal organismo de las Naciones Unidas dedicado a poner fin a la injusticia de la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.