El expresidente Rafael Correa advirtió que en los cuatro meses que le quedan al gobierno de Lenín Moreno se van a adoptar decisiones que, a su juicio, afectarán al nuevo Ejecutivo. “Están dejándonos bombas de tiempos y un país destruido”, criticó.
En diálogo con el noticiero A Primera Hora, de Majestad radio, Correa se refirió a varios anuncios: la entrega a un operador privado, de la administración de la Refinería de Esmeraldas; la vigente Ley de Apoyo Humanitario; los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI); la reforma al Código Monetario y Financiero, que apunta a la autonomía del Banco Central del Ecuador (BCE); y el método de Webster para la adjudicación de escaños en elecciones pluripersonales.
Sobre el FMI, Correa dijo que “de forma irresponsable”, el gobierno de Moreno se comprometió a elevar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en tres puntos porcentuales hasta el año 2022. En ese periodo, Moreno ya no será parte del gobierno y habrá otra Asamblea Nacional. “Tendremos que renegociar los términos de ese acuerdo”, alertó.
Sobre las elecciones generales de febrero 2021
El exmandatario criticó la organización del proceso electoral del 7 de febrero de 2021. De este proceso, hay problemas, como la elección de parlamentarios andinos, que finalmente no se realizará junto a la primera vuelta. Además, existen dificultades denunciadas en varios países para la instrumentación del voto de los ecuatorianos residentes en el exterior. “Desorden total e ineptitud, mezcla explosiva, porque están desesperados. Estamos a fracciones de ganar en primera vuelta. Tenemos sospechas porque son capaces de todo”, dijo Correa, al referirse a la posibilidad no consentida de que los comicios se posterguen.
Correa defendió la propuesta del candidato presidencial Andrés Arauz, de entregar USD 1.000 a 1 millón de ecuatorianos. “Critiquemos al Presidente de EEUU, Joe Biden, quien acaba de anunciar que entregará un cheque de USD 1.400. Es una propuesta totalmente viable”, resaltó. Aseguró que se puede financiar con impuestos a las grandes fortunas y sobre las utilidades de quienes, pese a la pandemia, sí ganaron; financiamiento externo y el uso del dinero que el Banco Central tiene el Suiza.