Por: Wendy Reyes Chiriboga, docente y consultora en asuntos públicos
No debería sorprendernos los últimos debates de candidatos y candidatas y su falta de respuesta a las demandas ciudadanas. En el nuevo régimen de la información el “performance” es más importante que los argumentos, como nos explica Byung-Chul Han en su último libro “Infocracia”.
Leía con atención parte de sus argumentos y me venía a la mente la pregunta que solía decir en mis clases sobre ¿quieren ser políticos o influencers?. Una pregunta que hace pocos años me parecía válida y profunda. La necesidad de influir en los temas centrales de la sociedad y fortalecer la democracia no se solventaba con el número de likes o reproducciones. Sin embargo, hoy se sustituye lo narrativo por lo numérico, la profundidad y las posiciones por los datos; y los ciudadanos nos hemos convertido en perfiles de comportamiento.
Byung-Chul Han habla que en esta nueva era somos espectadores de una “eucaristía digital” donde los influencers son salvadores y los seguidores discípulos. “El like es el amén. Compartir es la comunión. El consumo es la redención”. Si todo este ritual lleva a obtener más seguidores y tratar de convertirlos en votos, la pregunta sobre ser político o influencer, se queda corta.
Los datos son poder, la ideología ya no cuenta y el mensaje se reemplaza por lo numérico. El candidato de hoy claro que quiere ser influencer y es por ello que el espectáculo genera más movimientos en redes, que el debate y el contraste de propuestas. No debe dejar de sorprendernos el baile, el humor y los mensajes de no más de 15 segundos que llegan a mostrar brevemente temas, no a profundizarlos, no a darnos respuesta de los problemas, si a sacarnos una sonrisa, a darnos una tonada pegajosa y mostrar un buen paso de baile o un buen piropo. Esto sumado a que si lo vi, lo más seguro es que el algoritmo me lo seguirá mostrando y ya no será lo que busque en redes, sino lo que ellos encontraron en mí, un dato que leyó su algoritmo.
En esta nueva era, los ciudadanos y sus historias se traducen en números que son procesados por algoritmos e inteligencia artificial. Pero ¿quién puede estar en contra de obtener información? Por su puesto que los datos son importantes, estos decifran cuántos seguidores existen, cuántos les creen y cuántos podrán votar por ellos. Esta elección está cerca y es importante para los equipos de campaña conocer estas métricas para ajustar la estrategia de estas últimas dos semanas.
Más allá de ello, hay otros datos claves que comprender. Las encuestadoras del país coinciden en que la economía y la inseguridad son los principales problemas del país. Según el INEC, hasta noviembre de 2022, el ingreso laboral promedio mensual de un hombre fue de USD $318 y de una mujer de USD $264; mientras que la canasta básica familiar en diciembre de 2022, costó USD $763. En Quito, en el 2022, el 31% de personas fueron víctimas de delincuencia y el número de robos, con respecto al 2021, subió en un 21%, según “Quito Cómo Vamos”. Estos son problemas nacionales que tienen incidencia directa en lo local.
Si usted no ha decidido por quién votar, decifre en las redes de los y las candidatas algo que vaya más allá de su ritual. ¿Se menciona, propone y ofrece respuestas a los principales problemas de su cantón y su provincia? Y usted, por favor pregúntese qué busca, ¿un Gobernante o un Influencer?
Opinión, en Primera Plana.