La noche de este martes, 28 de enero, aterrizó en el aeropuerto de Guayaquil un Boeing C-17 Globemaster de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, proveniente de El Paso, Texas, con 80 migrantes ecuatorianos deportados desde territorio norteamericano.
Más temprano, la Cancillería aclaró en un comunicado que el vuelo, donde llagaron los connacionales “retornados de manera forzosa por encontrarse en situación migratoria irregular en territorio estadounidense”, luego de la posesión de la nueva administración en EE.UU, es adicional a los programados regularmente que se realizan dos veces por semanas desde hace más de una década.
Además, informó que personal de diferentes instituciones del Estado como el Ministerio de Salud, Ministerio de Inclusión Económica, Ministerio del Interior, entre otras, estarían en la terminal aérea José Joaquín de Olmedo de la ciudad costera para dar asistencia a los ecuatorianos deportados.
Otros 122 migrantes llegaron más temprano este martes en un vuelo de deportados desde territorio estadounidense en la administración de Trump.
Algunos de ellos fueron detenidos antes de que iniciara el mandato de Trump ypermanecieron encerrados en albergues de Estados Unidos.
Según la Cancillería de Ecuador, los vuelos con deportados no han cambiado su modalidad y se realizan desde hace más de una década. “Semanalmente se reciben entre dos o tres vuelos”, señaló la entidad.
Al menos 956 migrantes indocumentados arrestó el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE por su sigla en inglés) en un día, según destacan medios de prensa.
De acuerdo con los reportes, las detenciones ocurrieron este domingo y las operaciones se extendieron desde Atlanta, Georgia, hasta Los Ángeles, California.
Además, se incluyeron en las redadas las principales áreas metropolitanas como Chicago, Illinois, pero también afectaron a ciudades más pequeñas como Omaha, en Nebraska.
Trump prometió hacer las mayores deportaciones en la historia de Estados Unidos.