En entrevista exclusiva con A Primera Hora, el legislador Pabel Muñoz hizo algunas observaciones sobre la proforma presupuestaria que remitió el Ejecutivo a la Asamblea Nacional el pasado domingo 22 de agosto. Entre ellas, explicó que el Gobierno calcula la proforma sobre un precio del petróleo que estiman en $60 el barril. Sin embargo, añadió que le preocupa el cálculo de 177 millones de barriles anuales que corresponderían a un incremento del 1%. Actualmente, la producción de crudo asciende a 91 millones de barriles anuales explotados.
Para Pabel Muñoz la proforma no entrega certezas, sino todo lo contrario. «Carece de un marco de planificación para saber hacia dónde apunta el gobierno en los próximos 4 años. No hay un plan nacional de desarrollo aprobado», explicó el legislador.
El asambleísta añadió que, en materia de desarrollo, no hay ninguna claridad debido a la falta de un horizonte. Además, alertó que el gobierno no acata las aspiraciones de los ecuatorianos, sino que complace los designios del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según Muñoz, el gobierno debió aprobar un plan nacional de desarrollo que explique los recursos que va a destinar en 2021 y, con ello, gobernar con metas. Sin embargo, esta acción no la realizó.
Sobre los decretos presidenciales
El pasado 20 de agosto, el presidente Guillermo Lasso declárese la situación de excepcionalidad para que los egresos permanentes para salud, educación y justicia puedan ser financiados con ingresos no permanentes. «Lo que se hará constar en los Presupuestos Generales del Estado de los ejercicios fiscales de los años 2021, 2022 y 2023; y se dispone al Ministerio de Economía y Finanzas que asegure la regularización y estabilización de la gestión de las finanzas públicas, con el objeto de que a partir de la proforma del Presupuesto General del Estado para el año 2024, se ratifique el cumplimiento de la regla fiscal que exige que el gasto permanente sea financiado única y exclusivamente con recursos permanentes».
Para Muñoz, este decreto viola la Constitución de la República. «Los egresos permanentes se financian con ingresos permanentes», aclaró. Así, ejemplificó que los sueldos, como egreso permanente, deben financiarse con la recaudación tributaria, como ingreso permanente. Además, el gasto público, como egreso no permanente, debe financiarse con la inversión petrolera, como ingreso no permanente.