Por Pablo Araujo* Ph.D. en biotecnología, ingeniero químico y profesor universitario.
Han pasado más de 380 días desde que Ecuador declaró el estado de emergencia sanitaria a causa de la Covid19. ¿En qué situación nos encontramos? Pues vamos de color rojo, como la sangre de nuestros héroes representados en la bandera patria. ¿cómo es que llegamos a pintarnos de rojo?
El color rojo está asociado a una escala arbitraria, la cual se basa en la cantidad de personas que se han contagiado con el virus en un histórico de 28 días y eso relativizado por cada 100.000 habitantes, así obtenemos, lo que se ha denominado tasa de incidencia.
La escala de colores viene acompañada de una escala numérica, el color rojo se asocia a un nivel 4 que indica un riesgo muy alto de contagio, siendo la tasa de incidencia superior a 100. Mas riesgo de contagio quiere decir que con mayor velocidad las personas contraen el virus.
La tasa de incidencia del Ecuador con corte al 31 de marzo 2021 es de 134 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 28 días. Usando términos coloquiales, aquí “nos contagiamos que es un contento”.
Otro número que nos debe llamar la atención y que no tiene una escala de colores, es la cantidad de personas que son contagiadas por otras en los últimos 7 días, los datos analizados, con corte al 31 de marzo 2021, nos dicen que una persona contagiada en Ecuador contagia a 1.2 personas. Lo deseable este tener este número por debajo de la unidad.
Por un lado, vamos contagiándonos a toda velocidad, por otro lado, el inexistente plan de vacunación del Ecuador nos revela que la cantidad de dosis de vacunas suministradas por cada 100 habitantes es de 2.38. En pocas los contagios van 100 veces más rápidos que la vacunación.
Esto nos deja en que vivimos en un escenario denominado como Transmisión Comunitaria Nivel 4, en el cual, la pandemia no esta controlada y que nuestro sistema de salud ya no tiene capacidad de respuesta disponible para hacerle frente. Necesitamos de forma urgente medidas amplias para evitar la sobrecarga de los servicios de salud y reducir el exceso de morbilidad y mortalidad.
¿Qué hacer? No hemos tenido un proceso sólido de toma de decisiones, planificación y priorización basado en la evidencia, que permita rendir cuentas y que esté coordinado con otros componentes del sistema de salud. Por tanto, poco o nada podemos esperar del Estado oscuro.
Más allá números y escalas de colores, las cosas vuelven a caer en nuestras manos y aunque suene repetitivo. Utiliza siempre la mascarilla, NO TE LA TOPES. Evita las aglomeraciones y espacios cerrados. Distancia de seguridad y lavado de manos constante. CuidarteEsCuidarnos.