Julián Narváez, representante de los transportistas escolares e institucionales, en entrevista para el noticiero “A Primera Hora” de Majestad Radio, develó la grave situación económica que enfrenta este sector. El mismo se encuentra paralizado desde hace casi un año, cuando comenzó la emergencia sanitaria, posterior confinamiento y distanciamiento social, a causa de Covid-19.
Narváez explicó que son aproximadamente 14.000 transportistas a nivel nacional que forman parte de este gremio. De ellos, 6.600 corresponden a la provincia de Pichincha y de ellos, apenas 1.200 tienen trabajo. “Realmente nuestro gremio ha sido golpeado inmisericordemente por la pandemia. Nuestra situación se agrava ante la displicencia y quemeimportismo del gobierno nacional. Desde hace un año estamos sin trabajo y en la desocupación. No hay nadie que nos extienda una mano y nos brinde ayuda. El gran número de compañeros transportistas estamos sin trabajo”, explicó.
El representante gremial añadió que el gobierno central mantiene con este sector una deuda desde hace seis meses, cercana al millón de dólares. Agregó que, en diciembre, el Ejecutivo les ofreció cumplir con los pagos, aprovechando los recursos que ingresaron fruto de préstamos internacionales, pero que, al final, no cumplió ese compromiso.
La crisis del transporte escolar
La crisis del transporte escolar e institucional se generó tras el confinamiento dispuesto por el gobierno a partir del 16 de marzo del 2020, cuando el presidente Lenín Moreno decretó el Estado de Excepción, con las restricciones a la movilidad. Tras el fin del confinamiento y durante la etapa de distanciamiento social, el gobierno mantuvo la recomendación del teletrabajo, para evitar aglomeraciones en las instituciones públicas, mientras mantiene suspendidas las clases presenciales en escuelas y colegios de todo el país. A su vez, las universidades, con base en su propia autonomía también han mantenido la educación virtual para todos sus estudiantes.