Venezuela adelanta dos meses la fiesta de Navidad. Así lo dispuso su presidente Nicolás Maduro vía decreto ejecutivo. Lo hace en medio de la crisis económica, social y política que vive el país sudamericano y la emergencia sanitaria por Covid-19.
La decisión responde a la promoción nacional con el eslogan «Impulsamos la soberanía alimentaria» que lleva adelante la función Ejecutiva. El Presidente venezolano Nicolás Maduro emitió la información por medio de los canales oficiales como VTV. Ello lo acompañaron con una fotografía de Maduro junto a su esposa, Cilia Flores, quienes se encontraban rodeados de decoraciones alusivas a las fiestas navideñas de diciembre.
Aún no se conocen cuál es el alcance de esta medida ni lo que finalmente implica. Sin embargo, las autoridades adelantaron que la Navidad comenzaría la tarde del 15 de octubre de 2020. Así mismo, Maduro liderará una actividad donde se estima que brindará más detalles de su proyecto.
Inflación en Venezuela
Entre enero y septiembre de este año, el país sudamericano acumuló una inflación del 844,1%. Así lo mostraron las cifras publicadas la semana pasada por el Banco Central de Venezuela (BCV). La inflación en septiembre se ubicó en 27,9%, mostrando un alza ligera con respecto a agosto, que cerró con 24,7%, reconoció el BCV. Pero, además, según la entidad, Venezuela cerró 2019 con una inflación de 9.585,5%, cifra mayor a la reportada por el Parlamento, que la calculó en 7.374,4% para el mismo período.
Esta es una de las peores crisis de la historia del país venezolano, además que se considera la inflación más alta del mundo. Así, Venezuela se dirige a su séptimo año de recesión. A esto se suma el que el valor de la moneda local, el bolívar, se ha desplomado. En ese escenario el dólar continúa ganando terreno al punto de que la mayoría de las transacciones de este país se realizan con esa moneda.
En abril pasado, el régimen de Maduro aumentó, en 77,7% el ingreso mínimo, que suma el salario básico y un bono de alimentación obligatorio. Fue la segunda alza del año. A pesar de esto, y dada la continua devaluación e hiperinflación, el salario mínimo no llega a un dólar, por lo que es prácticamente imposible para la población adquirir insumos básicos.