Conocer de frente a un oso panda, alimentarlo e incluso tocarlo es un sueño que puede cumplirse en la ciudad de Chengdú, en el suroeste de China. La capital de la provincia de Sichuan, donde se encuentra el 80% de los ejemplares en estado silvestre, destaca por albergar numerosos centros de conservación de la especie insignia de gigante asiático. Esto permite que el turismo de conservación alcance otro nivel.
En el Centro de Rescate y Rehabilitación en Chengdú para pandas gigantes, por ejemplo, los visitantes pueden convertirse por un día en parte del staff, y realizar tareas como la preparación de alimentos, o la limpieza de jaulas. Todo esto mientras observan algunos ejemplares, especialmente del panda rojo, que transita tranquilo por los bosques de la zona.
Vivir esta experiencia exige algunos requisitos a los voluntarios, como la inscripción previa y el envío de un certificado médico que avale la buena salud del participante. Los pandas gigantes son una especie en peligro de extinción, así que China se asegura que los animales estén libres de cualquier tipo de amenaza.
El trabajo en el centro dura alrededor de 4 horas. Por un costo que bordea los $100, el paseo ofrece vivir la experiencia real de un cuidador de pandas. Los voluntarios tienen trajes y guantes especiales para desarrollar el trabajo, además de transporte especial dentro del centro e identificaciones que los acreditan como parte del staff. Figuras públicas como el youtuber Luisito Comunica han participado en esta actividad.
Al final de la jornada llega la recompensa: compartir unos instantes con un oso panda gigante. Por algunos segundos puedes sentarte junto al animal, tocarlo y sacarte fotos mientras este disfruta de una caña de bambú fresco.
Sin duda, es una experiencia que los amantes de estos magníficos animales no se podrán perder.