Durante la mañana de este lunes 21 de diciembre, llegó el procurador general del Estado, Íñigo Salvador hacia las afueras del Palacio de Carondelet en el Centro Histórico de Quito. La misión: colocar una placa en la esquina de la calle Chile y García Moreno como parte de la reparación inmaterial que ordena la sentencia por cohecho pasivo agravado en el Caso Sobornos.
«Esta no es una celebración, es una diligencia judicial que lo único que muestra es que en este país se cumple la ley. Esta es una placa de la ignominia, esta es una placa en donde consta y queda constancia para las futuras generaciones que los más altos personeros de un país cometieron un delito: recibieron coimas y con esas coimas se beneficiaron personalmente o pretendieron perennizar a su movimiento político en este país», dijo el titular de la Procuraduría General del Estado (PGE).
La sentencia
El Tribunal imputó el delito a 10 empresarios y 10 exfuncionarios públicos, entre estos últimos el expresidente Rafael Correa y el exvicepresidente Jorge Glas.
Para dar constancia de lo que se cumpla la acción ordenada estuvo en el lugar presente el presidente del Tribunal de Ejecución, Iván León. El magistrado dijo que con este acto se da por cumplida esta parte del fallo. Además, sentará la razón correspondiente en el expediente de ejecución.
Esta disposición responde a la sentencia en el caso Sobornos.