El comandante general de la Policía Nacional, Víctor Hugo Zárate, apuntó este miércoles que la institución ha intensificado los mecanismos de control interno y aseguró que “los malos elementos que traicionan el juramento de servir a la patria serán identificados, separados y enfrentados con todo el peso de la ley”.
Zárate se pronunció sobre los agentes que han sido procesados por secuestro extorsivo en Guayaquil, señalando que su lucha contra la delincuencia “no tiene tregua”.
“No permitiremos que la corrupción interna empañe el sacrificio de miles de hombres y mujeres que, día a día, exponen sus vidas con honor y vocación. El uniforme policial no es escudo para la impunidad, es símbolo de entrega, honestidad y respeto a la ciudadanía”, enfatizó a través de una publicación en su cuenta en X.
Además, tachó de “inadmisible” que servidores policiales, formados para proteger al ciudadano y honrar el uniforme que portan, se vean involucrados en actos despreciables como la extorsión u otro delito.
11 policías procesados por extorsión
De acuerdo con un reporte del canal Ecuavisa, en la última semana 11 policías han sido procesados por secuestro extorsivo por dos casos distintos en Guayaquil.
El primer caso ocurrió el 22 de abril en la avenida Las Américas, cuando seis agentes interceptaron a una persona que transportaba USD 14 000 para comprar un carro.
Según su versión, dos de los uniformados se subieron al vehículo del ciudadano y le exigieron que siguiera al patrullero. El recorrido habría durado cerca de 40 minutos y terminó en una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) ubicada en La Garzota.
Allí, los policías le ordenaron bajarse y, en tono amenazante, le dijeron que se quedarían con el dinero. También le advirtieron que, si se oponía, lo vincularían con armas o drogas para incriminarlo.
Finalmente, los seis agentes habrían consumado la extorsión, apropiándose del total del dinero.
El ciudadano, quien expresó temor por su seguridad y la de su familia, formalizó la denuncia ante la FGE.
Al día siguiente, todos ellos fueron procesados y cuatro de ellos cumplen prisión preventiva.
El segundo caso ocurrió el viernes 25 de abril cuando cinco uniformados simularonun operativo para incautar un vehículo a una persona, a quien le exigieron USD 4 000 para devolver el carro, en las calles Ayacucho y Pedro Pablo Gómez, centro de la ciudad.
Al día siguiente, los agentes fueron aprehendidos y procesados, siendo enviados tres de ellos a la cárcel como medida cautelar.