En entrevista en el programa «Zoom Al Día», de Primera Plana, la consultora política Wendy Reyes analiza la Consulta Popular que anunció el presidente Guillermo Lasso para este 2021.
El Gobierno se dio cuenta que la relación Ejecutivo – Legislativo es más compleja de lo que se imaginaba. La anterior Asamblea terminó sus funciones con el 7% de aceptación y credibilidad. Del nuevo Parlamento se esperaba que digan a los ciudadanos ‘somos distintos, estamos puestos la camiseta y vamos a salir de la crisis’, pero no ha sido así.
Una consulta Popular se transforma en un proceso de campaña, en una medición de cómo está el Gobierno en este momento. Se transforma, además, en un momento en que los ciudadanos digan ‘ustedes no me están resolviendo el problema y me voy a otro proceso’.
“Los asambleístas se sienten traicionados”
Lo que está buscando el Gobierno es ratificar su mandato. Por otro lado, está desgastando la alianza con la que empezó. Lo que está pasando es que los asambleístas se sienten traicionados.
La presidenta de la Asamblea Nacional, que pertenece al bloque de Pachakutik y que es parte de esa alianza, le responde al Presidente de la República que la Consulta Popular es un chantaje.
Gobernar desde el Ejecutivo no implica solamente la relación con el Legislativo. Implica sacar adelante en procesos de política pública y contarles a los ecuatorianos cómo está resolviendo los problemas.
No hay un camino seguro
Todavía no se conoce cuáles son las Reformas que quiere realizar el Gobierno para enfrentar la crisis. Por un lado, el Gobierno no tiene los votos suficiente, pero tampoco hay un debate ciudadano que apoye las Reformas.
El Presidente tampoco tiene la respuesta en la Consulta porque aún le falta apoyo ciudadano. Ese es el reto grande.
Entrevistas, en Primera Plana.