Explosión en Cumbaya
Un total de nueve personas heridas dejó la explosión en Cumbaya del pasado 10 de octubre, al norte de Quito. Dos de ellos son niños, según los informó Esteban Cárdenas, comandante Jefe del Cuerpo de Bomberos de Quito. Ese mismo día, seis personas ingresaron a casas de salud y se encuentran estables. Pero, además, 24 casas presentaron daños. Dos de ellas no mitigables, es decir, están en proceso de derrocamiento porque afectó la infraestructura. Además, seis vehículos también recibieron los impactos por la caída de escombros.
César Díaz, secretario de Seguridad y Gobernabilidad en el Municipio de Quito, resaltó que entregaron el primer apoyo humanitario para este desastre. La ayuda consistió en la entrega de comida caliente y vestimenta.
El el lugar funcionaba un local de comida rápida que consistía en la venta de Shawarma. Díaz detalló que el funcionamiento del local era ilegal porque no cuenta con la Licencia Única de Actividad de Comercio. «Según las investigaciones, el sitio no utilizó gas industrial como manda la ley, sino que estaban haciendo uso de tanque doméstico», añadió Díaz.
El radio de acción de la onda explosiva fue de 140 metros a la redonda. Por tanto, aún resta por establecer el monto total de los daños que serán verificados en los próximos días.
Responsabilidades
En el primer piso de la estructura funcionaba el local comercial, mientras que el segundo piso correspondía a una vivienda que quedó afectada. «La responsabilidad del dueño prácticamente es total», destacó Díaz. Sin embargo, también explicó que por tratarse de un lugar privado, serán los afectados quienes remitan una denuncia contra los responsables.
Con respecto a las responsabilidades del Municipio, Cárdenas puntualizó que entre marzo y mayo, el Cuerpo de Bomberos no logró realizar ningún tipo de inspección física. Los motivos responden a la emergencia sanitaria por Covid-19.
Agregó que en el lugar funcionó una tienda de comercio de calcetines y posteriormente existió una carnicería. Ambos negocios contaban con las licencias respectivas.
El suceso
A las 10:36 del sábado 10 de octubre ocurrió la explosión. Según los informes, la deflagración se produjo por concentrado de gas licuado de petróleo. De los dos cilindros de gas, uno tiene un congelamiento de entre el 80% y 90%. Es decir, hubo una fuga masiva, lo que quiere decir que hubo intercambio de temperatura.
Al tanque de 15 kilogramos estaba conectado a una llave de paso que no es un regulador de gas. La manguera que conectaba el tanque de gas con la cocina se desprende produciendo una fuga. La explosión se dio por la conexión de una fuente térmica de una nevera. «Estaba cerrado el restaurante, afortunadamente. Eso hace que los daños se den en los exteriores», informó Cárdenas.
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