Con 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones, la Cámara de Diputados de Chile aprobó este martes que el presidente Sebastián Piñeira sea enjuiciado políticamente por supuestas irregularidades en la venta de un polémico proyecto minero.
Luego de una larga sesión, los diputados resolvieron que la acusación constitucional avance al Senado, el órgano que se encargará de juzgar al mandatario por el escándalo revelado en la investigación los Pandora Papers.
La oposición necesitaba 78 de los 155 escaños para aprobar la acusación que presentó el pasado 13 de octubre y en la que acusó al gobernante de haber faltado al principio de “probidad” y “comprometer gravemente el honor de la Nación”.
“Espero que esta sala apruebe la acusación constitucional, sino (…) Chile juzgará a aquellos que están permitiendo esta impunidad en el país”, aseguró el diputado Jaime Naranjo, encargado de exponer los argumentos a favor del juicio político.
Naranjo dio un discurso de más de 15 horas para permitir que el parlamentario Giorgio Jackson, del izquierdista Frente Amplio, finalizara su cuarentena y pudiera acudir a votar.
“Esto era un gesto de solidaridad política. Es bueno en todo momento enseñar, ayudar y apoyar a las generaciones más jóvenes”, dijo el experimentado parlamentario, de 70 años.
Jackson se encontraba confinado hasta las 00:00 hora local del martes por ser contacto estrecho del candidato presidencial Gabriel Boric, contagiado de covid-19 la semana pasada.
El voto telemático, que estuvo en vigor durante los meses más duros de la pandemia, no estaba habilitado en esta ocasión porque ya no rige el estado de excepción, por lo que la presencia de Jackson en el hemiciclo era fundamental.
La acusación contra el presidente se discutirá en el Senado -donde se requiere un quórum más alto de dos tercios- apenas unos días antes de que Chile celebre el 21 de noviembre las elecciones más trascendentales e inciertas de su historia reciente en las que se decidirá precisamente al sucesor de Piñera.
Los Papeles Pandora revelaron presuntas irregularidades en la venta de la Minera Dominga por parte de una empresa de los hijos de Piñera en Islas Vírgenes Británicas a un íntimo amigo de la familia presidencial, apenas nueve meses después de que este asumiera el cargo para su primer mandato no consecutivo (2010-2014).
Piñera, una de las fortunas más grandes de Chile, defiende que se desvinculó de sus negocios a través de fideicomisos ciegos en 2009 y que lo revelado ya fue sobreseído en 2017.